Tras alcanzar la vía verde de la Campiña, los ciclista se incorporaron a la misma en la estación de Balchillón, y durante 6 kilómetros pedalearon con la comodidad del terreno llano, hasta que abandonando el antiguo trazado de las vía del tren, se incorporaron al Cordel que les condujo en constante subida hasta la Cuesta del Espino, donde les esperaba el primer avituallamiento del bocadillo y refresco.
Con las energías renovadas y el cuerpo algo más descansado, iniciaron el segundo tramo de la ruta que les condujo por la antigua Carretera Nacional, y la comarcal de la Rambla, hasta esta población, en la que se reagrupó el pelotón y se ofreció un nuevo avituallamiento. El empinado trazado de la carretera hasta llegar a la Rambla marcó ya una clara diferencia entre los ciclistas más preparados y los que mostraban claros síntomas de agotamiento por los kilómetros consumidos.
Desde la Rambla hasta Aguilar, por el antiguo camino que unía a ambas poblaciones, los participantes afrontaron lo más duro del recorrido, al unirse a la dificultad del mismo el agotamiento propio de las horas pedaleando, obligando dicha circunstancia a que los menos preparados en la condición física tuviesen que echar pie a tierra en alguno que otro repecho.
Casi 6 horas tardaron los últimos ciclistas que llegaron a Aguilar en recorrer los casi 75 kilómetros que supuso el recorrido de este año, circunstancia que convierte a esta ya clásica ruta de Club Ciclista MTB Aguilarense, en una prueba muy exigente, no acta para los que no cuenten con una preparación física mínima. Lo mejor de la ruta, como siempre, la convivencia que compartieron todos los participantes degustando una suculenta paella en la sede de Izquierda Unida.
1 comentario:
lo mejor de la jornada, además del ejercicio físico, la camaradería entre los participantes, buena organización y excelente compañerismo. Así se hace afición. El avituallamiento durante y al final de la marcha excelente. Enhorabuena alclub.
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