BARRA DE ENLACES

IV RUTA DE LA LUNA LLENA DE POLEY

En una noche típicamente veraniega transcurrió la IV edición de la Ruta MTB “Luna llena de Poley”, que congregó a más de un centenar de ciclistas que disfrutaron de una apacible madrugada de deporte y camaradería.

A medida que se acercaba la hora de partida -las 10,30 de la noche-, se fueron concentrando en el recinto ferial los participantes en la ruta, algunos de ellos venidos desde varios punto de la provincia, aunque el grueso del pelotón lo conformaron socios del club y aficionados de Aguilar, al tratarse de una actividad eminentemente local. Muy pronto, la variada gama de los maillot de los ciclistas invadió el recinto otorgándole un gran colorido y un ambiente festivo propio de este tipo de rutas.

Sobre las 10,30 de la noche, la esperada luna llena de julio se asomaba sobre la arboleda y ruinas del castillo de Poley marcando el inicio de la prueba que transcurrió, en sus primeros kilómetros, por las calles céntricas de la población, conformando una larga y sinuosa serpiente multicolor que fue contemplada por numerosas personas concentradas en las aceras y calles.

Con la luna llena como faro guía de los ciclistas, éstos iniciaron su peregrinar por los silentes caminos desde el denominado de la Matajuana, por el que llegaron hasta el puente de los Borrachos, tomando dirección para Vado Castro por donde cruzaron el río. Pocos metros después atravesaban el arroyo Benavente y se introducían en las tierras montillanas, por las que discurrió gran parte de la ruta. Cerro Humo y Fuente Álamo fueron los parajes que precedieron a la entrada de los ciclistas en Montilla, por la Avenida del Marqués de la Vega de Armijo, abandonando esta por la carretera de la Estación y el camino de la Fuente Nueva, siendo en el último emplazamiento donde se sirvió el primer avituallamiento.

Bajo la sombras del castillo montillano, iluminadas por la resplandeciente luna, los ciclistas repusieron fuerzas y descansaron algunos momentos antes de reanudar la marcha que los llevaría, por el camino de Descansavacas y vereda de los Limones, hasta el punto de inicio del tramo más difícil del recorrido, como fue la subida por la larga y empinada pendiente de la calle del Agua que los devolvió de nuevo al casco urbano de Montilla. Tras un pequeño descanso para reagrupar al pelotón, se recorrieron varias calles para llegar nuevamente a la explanada de la Estación del Ferrocarril donde se sirvió un avituallamiento de frutas y barritas energéticas.

A las 2 de la madrugada se iniciaba el último trayecto del recorrido por el camino de Fuente Álamo, en el que hubo que superar la exigente pendiente de la cuesta del Toro para continuar hasta Vado Castro, desde donde se inició la subida al puente de los Borrachos y continuar por el camino de la Matajuana hasta entrar en Aguilar, rematando la ruta con la subida del Camino Ancho hasta el recinto ferial, concluyendo en la caseta de IU con el ya tradicional chocolate y magdalenas.

La llegada de los ciclistas a la caseta fue saludada por el más de medio centenar de personas que habían participado en la ruta de senderismo, organizada también por el Club, que transcurrió por un recorrido de 10 kilómetros por los caminos de Vado Ancho y Padre Herrera. Tras el chocolate y magdalenas que repuso las fuerzas de las casi 200 personas participantes en estas dos rutas, se dio por concluida las mismas, constituyendo ambas un gran éxito de organización y participación del Club Ciclista MTB Aguilarense.